Por Carlos Gil Buendía
Comunicador, Naturalista, Creativo y Activista pro-defensa de los animales
Dedica su vida a educar, difundir, sensibilizar y promover estilos de vida más sostenibles
El pasado día 3 de febrero me dirijo a Casa Real con la intención de conseguir el apoyo de S.M. el Rey de España al libro "La guadaña entre las flores" de Ángel Padilla, un alegato poético de respeto al toro como animal y figura identitaria de España en el extranjero. Además, en este momento en que el Gobierno de España ha decidido subvencionar la fiesta taurina con fondos públicos, me interesaba saber cuál era la sensibilidad de la Casa Real al respecto, más aún cuando las últimas encuestas apuntan que el 72% de los españoles está en contra de la tauromaquia. De Casa Real me respondieron que no podían atender a particularidades y que ni siquiera se sometían a despacho con el Rey.
Hace unos meses nuestro monarca se disculpaba ante el conjunto de la sociedad española por haberse ido de cacería a Botswana; en conclusión, ¿se disculpa la muerte de unos animales y se permite la muerte de otros?
En 2012, mientras el Gobierno anunciaba recortes de gasto en partidas básicas como Educación y Sanidad, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aprobaba un plan para el fomento de la tauromaquia como "hecho cultural" con una aportación del Estado de más de 600 millones de euros anuales, a pesar de contar con el rechazo generalizado de la sociedad. También es de dominio público que la Casa Real otorga medallas de las Bellas Artes a los toreros.
Lo que no hacen ni el Gobierno de España, ni la monarquía con su desidia, sí lo está haciendo la sociedad española mediante acciones colectivas e individuales como la de Ángel Padilla. Y "La guadaña entre las flores" no es sino una obra de respeto al toro. Un animal que, paradógicamente, es símbolo de España más allá de nuestras fronteras mientras en nuestro país es torturado y asesinado. Ángel Padilla es un valor cultural en alza en nuestro país; su poesía ha sido tratada en congresos internacionales y de ella se han hecho canciones, obras de teatro y danza, y ha recibido varios premios literarios. Por sus textos abolicionistas Ángel Padilla ha sido reiteradamente amenazado de muerte por el sector taurino. Y no es el único autor que sufre tal represión y amenazas.
El toro que pasa dificultades extremas y es asesinado somos tod@s.
Ante toda esta hipocresía la sociedad determina generar una nueva identidad que abandere los valores del pueblo: libertad, bravura, fortaleza, determinación, compasión, nobleza, reproducidos en la imagen de un toro coronado, con el fin de unir a los colectivos provida (humana o animal) para pedir una España nueva, con valores éticos: eso sí será Real...
Nos unimos.
Reivindicamos la Corona para la Vida.
